Lic. Ruth Monroy G , Psicólogo Clínico INVEDIN
Ser Padres es una misión fascinante, aunque muchas veces cuando lo decidimos o llegó la hora de emprender la aventura, esta no llega con el manual de instrucciones. Es importante reconocer que ser los padres perfectos, no debe ser un fin, porque nadie lo es. La meta es que tú seas el mejor padre o madre para tu hijo.
En la misión de ser padres podemos equivocarnos, claro que sí, pero estos pequeños errores supondrán grandes victorias en la educación de nuestros hijos si nos informamos y formamos para ello. La formación y orientación que tengamos en la educación de nuestros hijos, es la clave de la felicidad y el éxito de nuestros pequeños, y en definitiva la nuestra también.
Es importante que la educación de los hijos comience desde la lactancia. Desde muy pequeños, háblale correctamente a tus hijos y favorece un ambiente familiar seguro donde se modelen los buenos hábitos, evitando reírse de las conductas que sabemos son inadecuadas. NUNCA dejes de jugar, leer, escribir, dibujar o navegar en el internet con tus hijos, ese tiempo compartido favorece el vínculo entre los dos y en consecuencia, los resultados que esperamos de sus conductas. Comparte con ellos especialmente, esta actividad que se ha convertido en una especie de fascinación colectiva en nuestros niños, adolescentes y jóvenes…el uso del internet, las redes sociales, juegos on-line y en general el uso de los dispositivos electrónicos.
Los padres debemos conocer el arte de premiar, que no significa recompensar todo lo que el niño haga, ni limitarse a ofrecer estímulos materiales, muchas veces representados por estos aparatos electrónicos.
En la actualidad vemos cómo la demanda de unidades electrónicas inundan el mercado, y también las habitaciones de nuestros hijos. Desde TV, cónsolas de juegos, tabletas, celulares inteligentes y computadores.
Una de las preocupaciones que más reportan los padres, es sobre cómo controlar el uso de estos dispositivos y cómo filtrar la información a la que pueden tener accesos nuestros niños y adolescentes cuando entran al internet. Pero esta no debe ser nuestra única preocupación.
Sabemos que la Internet es una fuente infinita de información de todo tipo, a la cual acceden nuestros hijos desde los computadores, tabletas y teléfonos celulares. Esta información que en su mayoría podría ser informativa, educativa y recreativa, también incluye material que no es apto para ellos. Además, la increíble expansión del uso de las redes sociales, incrementa los riesgos que implican las interacciones interpersonales en esta red que incluye a desconocidos. Una de las claves para evitar algunos riesgos que implica el uso de esta poderosa red, está en la comunicación REAL, no virtual.
Conversar con nuestros niños y adolescentes sobre los peligros que implica intercambiar información con personas desconocidas, visitar páginas con contenidos inapropiados y el uso excesivo de juegos en línea, es una tarea fundamental que debemos desarrollar los padres.
No es suficiente con saber qué hacen nuestros niños con el computador, ni cómo lo hacen… es importante que podamos sentarnos con ellos y compartir parte de ese tiempo que utilizan cuando están navegando, se comunican por redes sociales o juegan on-line.
Algunos riesgos que incluyen el uso de las TICs, muestran dos miradas que hay que considerar, una que radica en el uso que dan nuestros hijos del tiempo y de la información que encuentran o la que comparten en internet, y otra sobre los peligros que representa el uso que hacen extraños de esta información ofrecida por nuestros hijos. Este último aspecto representa un alerta que nosotros los padres debemos explicar a nuestros pre-adolecentes y jóvenes, por los inminentes riesgos que implica (en nuestra sociedad) que extraños y delincuentes conozcan información personal y familiar, la cual es compartida en las redes sociales.
Por otro lado, además de la atención sobre la seguridad en internet en el contacto con extraños, sobre los contenidos inadecuados que existen en la red sobre perversión, y el tiempo que pasan nuestros hijos en la red, es necesario advertir sobre los riesgos que corren nuestros hijos, cuando compartiendo información o simplemente interactuando en la red, son víctimas de “acoso online”.
Ante estas amenazas y riesgos, es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
1.- Comparte más tiempo con tu hijo(a). ¿Notas que tu hijo pasa mucho tiempo en la computadora, en especial jugando o chateando en las redes? Es imprescindible que los adultos nos informemos de cómo operan algunas plataformas y las aplicaciones que se utilizan en la red. Probablemente en algunos casos, tu hijo maneja más información que tú y conoce mucho más sobre el mundo virtual que tú. Si es así, busca información y pídele que te ayude a crear una cuenta o usuario en la red, comunidad o plataforma que observas usa con frecuencia. Aprovecha la ocasión para educarle sobre los riesgos que se corren con relación a la creación de la identidad. Otras personas pueden variar esta información registrando edades, imágenes o avatar falsos. Juega con ellos, comparte el juego que los mantiene tanto tiempo atrapados frente a la pantalla. Indaga si los sitios que visita tu hijo son apropiados para su edad.
2.- Establece vínculos de confianza con tu hijo (a). Trátalo como a un amigo.Trata de ganarte un lugar en la lista de amigos de la red de tu hijo(a), eso te permitirá conocer quienes son sus amigos y contactos. En algunos casos encontrarás la negativa de incluirte en sus redes, incluso que te permitan ver su perfil, esto ocurre sobre todo con los adolescentes. Si por alguna razón esto ya ocurrió, no crees confrontación, gánate la posibilidad que en algún momento puedas ver el perfil que muestra tu hijo(a) en la red. Es una oportunidad para comunicarte con el/ella y educarlo. Trata de ver su perfil con regularidad, suelen cambiarlo con mucha frecuencia. Si tu hijo aún no participa de estas redes, en algún momento probablemente lo hará. Trata de acompañarlo cuando vaya a generar su perfil o identidad, y procura gestionar su clave de acceso.
3.- Conversa sobre la importancia de la privacidad: hablar sobre la privacidad virtual en la actualidad en este mundo tan globalizado, en ocasiones resulta poco sencillo con los adolescentes y jóvenes. Es difícil enmarcar la intimidad de los adolescentes y jóvenes en los parámetros de los adultos. Con frecuencia observamos cómo publican fotografías en las redes sociales que podrían resultar inconvenientes para su seguridad y la de sus amigos, incluso pudiendo generar por terceros daño psicológico o acoso. Explica con claridad, que en realidad en la red, nada es privado. Alguna persona mal intencionada puede hacer uso indebido de las imágenes o comentarios publicados en la web. Háblales de las implicaciones y consecuencias de no cuidar la privacidad, más que de las prohibiciones. Coméntale que no le impedirás el uso de internet, solo que debe tener precaución.
4.- Habla a tu hijo sobre el acoso online. No acoses, no te conviertas en victimario. Habla del acoso. Solamente con conversar sobre el tema, podemos inducir el cambio de conducta. Comenta que no siempre lo que se ve por la pantalla es lo que está detrás de ella. Vemos imágenes y textos, pero no vemos a las personas que están detrás ni sus intenciones.
5.- Enseña a tus hijos a proteger sus contraseñas. Trata de inculcar en tu hijo conductas que garanticen su seguridad, no fomentes la desconfianza, sino la prevención y la precaución. Los preadolescentes con frecuencia pueden compartir sus contraseñas con otros, lo que puede redundar en cualquier momento en una situación muy peligrosa y dolorosa. No sabemos cuándo una de estas personas que conoce la clave de acceso de tu hijo deja de tener vínculos de amistad con el/ella, pudiendo generar mucho daño.
6.-Establece límites. Trata de mantener a la vista y en un espacio común la computadora que utiliza tu hijo, procura no tenerla en su cuarto donde puede encerrarse y tener acceso sin límites (sobre todo si has notado problemas de conducta con el uso del equipo). Enséñala a priorizar el uso del tiempo y de la red, gestionando horarios de navegación para las tareas, juegos y recreación. Acompaña a tu hijo(a) el máximo tiempo posible cuando realice las tareas, con la finalidad de propiciar el uso adecuado de la red y evitar distracciones.
En ocasiones, estar todo el tiempo con ellos es difícil, y más todavía confiar en la autogestión del tiempo y uso del internet. Existen algunos programas en el mercado informático, que ayudan a los padres a mantener el control sobre los contenidos y el tiempo de uso del internet. Incluso sistemas operativos brindan esta posibilidad de control, gestionando usuarios con limitaciones de uso de la red.
Otros software permiten gestionar el tiempo y el ingreso a ciertos sitios potencialmente inadecuados. Además algunas páginas diseñadas para niños, tienen disponible en su configuración un acceso para los padres, donde se les permite gestionar el tiempo de uso.
Recuerda que es importante establecer acuerdos de usos de las TIC´s con tus hijos. Haz un plan de actividades y tiempos de recreación. Escríbelos y hazlos visibles. Las figuras de autoridad del hogar deben establecer y mantener el control no sólo del internet, sino del uso proporcionado de los equipos electrónicos en general. Los software de control parental son una ayuda, pero el control lo debes tener primero Tú.
Infórmate, fórmate, acompaña y educa a tu hijo(a) sobre el uso correcto del internet, la tecnología y sus dispositivos. Es la mejor herramienta para prevenir los problemas y consecuencias asociadas al mal uso de esta fabulosa herramienta.
La educación, comunicación e interacción REAL, es el camino que conduce al cambio y al manejo adecuado del mundo VIRTUAL.
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